La patronal de concesionarios señala que con la situación actual del mercado resulta imposible llega

Faconauto, advierte que es imposible cumplir con los objetivos de emisiones de CO2. Estos están impuestos desde Bruselas para 2020. Sería complicado llegar a las metas marcadas, al menos, con la situación del mercado actual.

Para que nuestro mercado pueda cumplir con las exigencias medioambientales de la Unión Europea (UE), las matriculaciones de vehículos diésel de última generación tendrían que incrementarse en veinte puntos porcentuales el año que viene. En el caso de los eléctricos, tendrían que triplicarse. La normativa de Bruselas ha establecido que todos los vehículos que matriculen los fabricantes en Europa, deberán emitir de media 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido en 2020.

La postura de Faconauto y los concesionarios

“La normativa de Bruselas es muy exigente. Se están queriendo acelerar los procesos. Pero la realidad es que ni la tecnología ni los compradores están preparados. Compartimos el objetivo de la UE de la llegada de una movilidad descarbonizada. Pero ha de hacerse de una forma razonable y realista”, afirma Gerardo Pérez, presidente de Faconauto.

Además, el presidente de la patronal de los concesionarios asegura que “para cumplir con el calendario impuesto, el vehículo eléctrico por sí mismo no sería la solución». Se explica que una de las razones es que «no está suficientemente extendido”. A esto se suman “los ataques al diésel. Estos modelos de última generación serían los que más ayudarían a cumplir con los objetivos de emisiones”.

La postura impuesta sobre el Diésel ha provocado una traslación en las ventas a los vehículos de gasolina. Una alternativa que emite una mayor cantidad de CO2. "Todo ello supone que resulte casi imposible poder cumplir con las exigencias de Bruselas".

“Los concesionarios estamos colaborando con las marcas para ver cómo podemos alcanzar un “mix” de matriculaciones que nos permita dar respuesta a las exigencias medioambientales que nos llegan de Europa. Sin embargo, algunos fabricantes están trasladando el problema a los concesionarios con sanciones si no cumplen con ese “mix”. Nos parece una gran injusticia y pedimos que, por lo menos, se negocien esos objetivos. Las marcas que no lo hagan, se encontrarán con la oposición frontal de los concesionarios”, ha recalcado Gerardo Pérez.