FIAT ha demostrado que se podía mejorar la receta original del Mazda MX-5.
Era difícil mejorar un coche ya de por si excepcional como el Mazda MX-5 ND, la cuarta generación del Miata. FIAT lo ha logrado precisamente con el mismo coche, ambos comparten gran número de componentes entre si, chasis incluido y son fabricados en la misma línea de montaje de Hiroshima, Japón. La puesta a punto de las suspensiones en el FIAT es un poco más confortable, a la vez es en curva su carrocería inclina menos. Esta es para mi la gran diferencia entre estos dos “primos hermanos”. El motor 1,5 litros atmosférico del Mazda me gusta mucho pero el 1,4 litros turbo del FIAT tampoco está nada mal. Tiene mucho más par a bajas vueltas gracias a la sobrealimentación con lo que puedes disfrutar de la conducción sin tener que llevarlo siempre al corte de inyección. Un deportivo de verdad con un diseño realmente atractivo a precio de compacto de segmento C.